La arquitectura sensual

No toda obra arquitectónica es un monumento, pero toda mujer si lo es. La belleza, las curvas, y la armonía son componentes esenciales del arte y la arquitectura que han sido tomados de la belleza de las mujeres desde los inicios de las grandes civilizaciones clásicas.

El diseño perfecto del cuerpo humano sirve como referente para la proyección de obras arquitectónicas cuya proporción y movimiento sea agradable al espectador, emulando el movimiento de una mujer, y su forma física.

El espectador busca un contacto con el lugar, en una experiencia sensible que incorpora la sensualidad como elemento ordenador. Percepción, emoción, razonamiento, todo ello interviene en la experiencia de conocer una obra arquitectónica, sintiendo el placer que genera su belleza.

Considerar el espacio arquitectónico como una continuación orgánica del cuerpo humano, es para muchos la forma de explicar la incorporación de formas femeninas en edificios, como lo hace el blog llamado ‘Architecture and Vagina’, cuya premisa es explorar desde otra perspectiva, la "perspectiva femenina", la relación entre el cuerpo y el elemento arquitectónico.